La pandemia obligó a las empresas a vaciar sus oficinas, pero las bondades del teletrabajo han retrasado los planes de las empresas para volver a llenarlas.
Grandes fondos de inversión, empresas de bienes raíces e incluso las propias empresas que las usan, han invertido ingentes cantidades de dinero en edificios de oficinas que ahora están infrautilizados con una ocupación insuficiente y perdiendo valor de mercado.