¿Te imaginas descargar un videojuego usando... la radio? ¿O grabar software directamente desde una emisión televisiva? Puede sonar a ciencia ficción retro, pero en la Europa de los años 80 fue una realidad para miles de usuarios de los primeros ordenadores domésticos. En una época anterior a la popularización de Internet, al Wi-Fi y a los pendrives, había que recurrir a la creatividad.