Imagínate esto: Spider-Man no existe. Nunca lo hizo. Peter Parker es un adulto como cualquier otro. Sin superpoderes. Tuvo una adolescencia normal, tiene un fácil trabajo como reportero y, al acabar, le espera una preciosa familia en casa. Además de estar casado con Mary Jane, sus hijos May y Richard son la razón por la que todos los días se levanta para ir a cubrir la actualidad junto a su tío Ben en el Daily Bugle.