El fenómeno de las llamadas fraudulentas es un problema cada vez más extendido, que de hecho parece haberse agravado desde que se aprobó hace unos meses una ley destinada, precisamente, a prohibir las llamadas comerciales no deseadas. Sumemos a eso que la percepción general es que las soluciones previamente existentes, parecen ser inútiles ante esta nueva oleada de spam telefónico.