Cada vez más organizaciones están aprovechando el potencial de los modelos fundamentales (FMs) y los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLMs) para desarrollar aplicaciones de inteligencia artificial generativa que mejoren la experiencia del cliente, aumenten la productividad de los empleados y fomenten la innovación.

En el vertiginoso mundo de la Fórmula 1, la eficiencia operativa es crucial para el éxito. Los ingenieros de TI enfrentan desafíos críticos durante las carreras, como la degradación de redes que pueden afectar sus API. Esto puede impactar servicios secundarios, que ofrece cobertura en vivo y telemetría en tiempo real.

Un estudio recién publicado por un grupo de investigadores de Microsoft Research y Carnegie Mellon, titulado «The impact of generative AI on critical thinking: self-reported reductions in cognitive effort and confidence effects from a survey of knowledge workers« está siendo interpretado por algunas páginas no especialmente rigurosas como una supuesta evidencia de que, de alguna manera, el uso de inteligencia artificial generativa nos está volviendo idiotas.

BBVA ha dado un paso más en la digitalización de su servicio de atención al cliente con la presentación de Blue, un asistente virtual basado en inteligencia artificial. Esta nueva herramienta representa una evolución significativa respecto a los chatbots tradicionales, prometiendo una interacción más fluida y natural con los clientes del banco.