A estas alturas, nadie duda de que caminar sigue siendo una de las actividades más beneficiosas para nuestra salud. Es fácil, no se necesita nada especial para hacerlo y sus bondades están reconocidas por la ciencia: ayuda a mantenernos activos, mejora la circulación y reduce el riesgo de enfermedades. Sin embargo, ¿es suficiente caminar para mantenernos en plena forma? Según los expertos, no del todo.