En 2015, Microsoft llamaba a Windows 10 "la última versión de Windows". Y no, no lo decían porque en ese momento hubiera sido la última versión en llegar al mercado, sino en referencia a que ya no habría más versiones de Windows. Es decir, que 10 sería el último sistema operativo de escritorio nacido de Microsoft como parte de la saga. Eso sí, el último pero vivo y en constante evolución como gran clave.