El cine es un medio colaborativo. Lejos de la idea de que un director, un DOP o un diseñador de producción por poner tres ejemplos toman decisiones unilaterales que se aplican a detalles o situaciones concretas de un filme, es muy complicado, por no decir prácticamente imposible, saber a ciencia cierta a qué miembro del equipo se le ocurrió esa brillante idea que terminó llegando a la gran pantalla y enriqueciendo la producción.