Los seguros son una tarea originada en la historia antigua, que trataba de alguna manera de blindar a las personas contra el infortunio en forma de mala cosecha, enfermedad, incapacidad o muerte. Con el tiempo, esa protección evolucionó para extenderse a la navegación y el comercio, una de las tareas que conllevaban un riesgo más evidente debido a posibles naufragios, piratería u otros elementos.