En la última semana, se ha detectado un notable auge de timos que tratan de suplantar la Dirección General de Tráfico (DGT) por medio de la técnica del smishing, esto es, del envío de SMS fraudulentos. A través de los mismos, los ciberdelincuentes están intentando engañar a los ciudadanos para que proporcionen sus datos personales y bancarios bajo la falsa premisa de tener multas de tráfico pendientes de pago.