Microsoft ha invertido más de 10,000 millones de dólares en OpenAI para impulsar su estrategia centrada en la inteligencia artificial con productos como Copilot basados en GPT-4. El gigante de Redmond, sin embargo, no ha delegado toda la responsabilidad de este relevante campo a su nuevo socio externo.
La compañía detrás de Windows, Azure y Office sigue trabajando en sus propios laboratorios de IA, piezas estratégicas sobre las que tiene control directo.