Dicen las malas lenguas que John Carpenter ya no rueda filmes no porque no esté en forma para hacerlas (porque salir, sale de gira con su banda), sino porque prefiere cobrar cheques por los reboots de sus clásicos y jugar a videojuegos (con los que siempre ha teniendo una relación estrecha: tiene escrito más de un guión en estimables títulos de hace un par de generaciones).