Cada vez que viajo permanentemente me enfrento al mismo dilema: ¿cuántos cables me llevo? ¿Qué cargador elijo? ¿Tendré suficiente con el del Macbook Air, con dos puertos permanentemente disponibles? No, la mitad de las veces no, porque me toca compartirlo. Así de después de mucho buscar he resuelto el dilema con un cargador que apenas supera los 40 euros y me soluciona todos los problemas.

Imagínate la situación. Estás en el aeropuerto haciendo escala desde Londres. Ya ni recuerdas qué hora era cuando saliste desde España. Tienes las piernas entumecidas, pero el cuerpo te pide rock. Te acercas a una iPod Vending Machine y sacas unos AirPods y un iPod Shuffle. Sí, te acabas de gastar 250 euros, un dineral; pero para eso están las tarjetas de crédito, para preocuparte luego.

Recuerdo abrir aquellas dos cajas, poner el monitor y el teclado encima del escritorio de la salita de nuestro primer piso. Mi padre trataba de entender como funcionaba todo aquello y yo ya tenía un cassette en la mano. Ese cuatro del doce de 1987 encendía por primera vez mi primer ordenador, un Amstrad CPC 464. Años más tarde - a comienzos de los noventa - en el cuarto trasero del quiosco de una amiga del instituto, vi mi primer Macintosh.

Algo planea Apple con los AirPods para este mismo año. Algo, al parecer, muy destacado. No son pocos los rumores que circulan alrededor de dar un vuelco al catálogo de auriculares de la marca. De hecho, se ha llegado a vaticinar como uno de los cambios más importantes de los AirPods hasta la fecha por parte de reputados filtradores como Mark Gurman.

En el año 2011, el iPod cumplía diez años y había sido una pieza clave en cómo cambió la industria de la música. Sin embargo, a Apple ya le interesaban los auriculares y altavoces, aunque aún tardarían tres años en comprar Beats, cinco en lanzar los primeros AirPods y ocho en el HomePod original.