En un internet cada vez más dominado por los algoritmos y las visitas, localizar proyectos individuales tan sencillos, llamativos y diferentes como este constituye un soplo de aire fresco y una gran esperanza. Porque sí, a veces los hitazos son las cosas más simples. ¿Quién le iba a decir a quien inventó Wordle que iba a causar furor y que terminaría con una sección en el New York Times? Internet lo ha vuelto a hacer con One Million Checkboxes.