Aunque el Snyderverso haya muerto de manera oficial, Zack Snyder sigue dejando detalles sobre su paso por DC Studios. El director estadounidense tiene en la recámara una buena cantidad de sorpresas que aún no ha revelado, y una de ellas la acaba de confesar e incluye a uno de los actores más populares del Siglo XXI.

No tenemos muy claro cómo lo ha obtenido, pero la respuesta ya está en camino: el Pacificador interpretado por John Cena sobrevivió a la fulminante demolición (más allá de la gran pantalla) del antiguo universo expandido de DC y de algún modo forma ha dado al salto al nuevo gran proyecto de James Gunn. Es más, su rodaje se está realizando de manera simultánea con el de Superman.

La trilogía Batman Arkham de Rocksteady cuenta con tres de los mejores videojuegos de superhéroes y solo los Marvel's Spider-Man de Insomniac Games han conseguido (casi) igualarlos. Cuesta pensar que sus responsables sean los mismos que lanzaron hace poco Suicide Squad: Kill the Justice League. Otros como Marvel's Avengers y Gotham Knights trataron (en vano) de seguirle el ritmo.

A finales de la década de los 90, y a rebufo de la exitosa franquicia cinematográfica de Batman iniciada por Tim Burton, Warner Bros. se propuso hacer una nueva film basada en el Hombre de Acero. Era el momento perfecto: el evento de La Muerte de Superman en los cómics había generado un fenómeno a escala mundial. El desafío en sí era renovar al icono para la gran pantalla. Y justo ahí es donde entran Kevin Smith y Jon Peters en la ecuación.

A diferencia de lo que cree la opinión popular, el mundo de los superhéroes no Siempre tiene que ver con la épica y el ascenso de la oscuridad tras un revés inesperado. O dicho de otra forma: lo que hemos visto durante la última década en las series y filmes de DC y Marvel, especialmente esta última con su UCM.

Hay vida más allá de la luz. Sin alejarnos mucho del marco popular, Watchmen e incluso Invencible se han separado de todo eso.