El del Tercer Reich fue un tiempo convulso, marcado por los desmanes autoritarios, la guerra global y las atrocidades, pero además por una de las estafas más épicas de la extensa historia de la automoción. Épica y cuantiosa. Lo suficiente como para que en los años 40 acabase implicando a cerca de 337,000 alemanes y sumase un abultado "pufo" de más de 280 millones de reichsmarks.