Jugar una vez más a uno de tus títulos preferidos no necesita mayor justificación que la de recordar los viejos tiempos, pero hallé un motivo de peso para aventurarme otra vez en Kingdom Hearts. La obra de Squaresoft me marcó como pocas y me conozco al dedillo cada uno de los instantes del viaje de Sora, Donald y Goofy, así que decidí añadir el factor dificultad extrema a la fórmula.