Además de atrapar a millones de espectadores, las series de televisión de éxito han demostrado tener un poder inesperado: convertir en destino turístico de moda sus localizaciones.

Más allá de sus tramas o personajes, los paisajes que aparecen en ellas se convierten en un actor más y en objeto de deseo para millones de turistas ansiosos por vivir las mismas experiencias que los protagonistas de la serie.

Parece que fue ayer cuando 'The White Lotus' se presentaba como la nueva miniserie de moda de HBO. Gracias a unos guiones audaces y a un auténtico repartazo, consiguió reunir críticas espectaculares y convertirse en un fenómeno. Aquellos seis episodios fueron un visionado veraniego perfecto en 2021, y una premisa audaz de esas que parecen complicados de repetir.

Craig Mazin creó 'Chernobyl', una absoluta obra maestra que le puso en el mapa. Todos nos fijamos de pronto en este nuevo director que le había regalado a HBO una pieza imperecedera. Tanto, que decidimos obviar el resto de su filmografía: Mazin, al fin y al cabo, es el director de 'Superhero Movie' y guionista de 'Resacón 2: ¡Ahora en Tailandia!' (y 3) o 'Scary Movie 3' (y 4).

La tercera temporada de The White Lotus llega irremediablemente a su final. La aclamada serie de HBO pone el cierre a una nueva entrega en la que aún está todo por decidir. Ambientada en Tailandia, esta temporada ha contado con varios personajes nuevos, además de dos ya conocidos.

Aunque es complicado quedarse con uno, Saxon se está dibujando como uno de los personajes más memorables de esta tercera temporada de 'The White Lotus'. Este macho alfa tontorrón con una familia de personalidades igualmente cuestionables está teniendo una de las evoluciones más interesantes de la temporada, y ayuda que esté interpretado Patrick Schwarzenegger, alguien que está sabiendo dotar al personaje de una inesperada mezcla entre carisma, perversión e inocencia.

Tim Cook debe estar viviendo su peor pesadilla. Los aranceles anunciados por Donald Trump han puesto a Apple en el centro de un huracán económico, atacando a gran parte de sus centros de producción global. La estrategia de diversificación que la compañía lleva años implementando ha quedado completamente neutralizada de un plumazo presidencial.

Y es que, si algo sabemos, es que Tim Cook es un magnífico gestor y estratega.