En el vasto y complejo ecosistema digital, los «bad bots» o bots maliciosos representan una creciente amenaza para individuos, empresas y gobiernos. A diferencia de los bots beneficiosos, como los motores de búsqueda que indexan páginas web para mejorar la experiencia de usuario, los bad bots se diseñan con intenciones maliciosas, llevando a cabo una amplia variedad de acciones perjudiciales que pueden comprometer la seguridad, la privacidad y la integridad de los sistemas y datos.