Es una práctica habitual: colocar
etiquetas, pulseras o hasta pegatinas en nuestra maleta para saber cuál es exactamente y poder diferenciarla de la del resto de pasajeros, algo muy útil cuando viajamos en avión o tren. Pero no parecer ser una buena idea.
Y es que los empleados de los aeropuertos están empezando a avisar de que "personalizar" nuestra maleta de esta forma, a pesar de que tiene un fin práctico para ahorrarnos posibles dolores de cabeza, podría llegar a suponer un gran problema capaz de acabar, incluso, en la posibilidad de que no llegue a tiempo al avión.
La razón detrás de esto es que las cintas que las personas colocan a sus
maletas pueden causar problemas a la hora de escanearlas en la sala de equipaje, y el proceso automático pasa a ser uno manual y, por tanto, bastante más lento. Y los minutos en un aeropuerto son bastante preciados.
Así que, ¿qué se puede hacer para tener ubicada la maleta y saber con certeza que es la nuestra si no es posible agregarles algún identificativo? Fácil: rastreadores Bluetooth como el Apple AirTag. Te hablamos sobre este dispositivo y otros similares a continuación.
Empezamos por el más popular, un pequeño dispositivo que se puede encontrar desde el iPhone o iPad a través de la app Buscar, incluso estando a kilómetros de distancia al tener un teléfono de la compañía ajeno a nosotros cerca.