Un ordenador clásico no puede
generar números
realmente aleatorios. Los algoritmos que se utilizan en informática para producir este tipo de números recurren a un valor inicial conocido habitualmente como "semilla", de manera que haciendo cálculos matemáticos con él es posible
generar uno o varios números pseudoaleatorios. En este contexto es necesario utilizar el prefijo 'pseudo' debido a que la necesidad de recurrir a ese valor inicial, provoca que los números que obtenemos no sean
realmente aleatorios.
De hecho, a la hora de tomar la semilla tenemos varias opciones. Algunos algoritmos recurren al reloj del sistema, e incluso es posible incrementar la aparente aleatoriedad de la secuencia de números generada utilizando fuentes de entropía, como, por ejemplo, el movimiento del ratón o la temperatura de la CPU en un instante determinado. Aun así, los números que obtendremos no serán
realmente aleatorios debido a que es posible predecirlos si conocemos la semilla y las operaciones que se han llevado a cabo para generarlos.
Para el gigantesco conglomerado financiero estadounidense JPMorgan los números
aleatorios son muy importantes. A priori puede parecer raro que un banco esté interesado en los procedimientos de generación de este tipo de números, pero, en realidad, esta capacidad reside en el corazón de su negocio.