El
Ministerio de
Consumo monitorea las ofertas para detectar irregularidades en los precios de cara al
Black Friday, tras sancionar a dos operadores el año pasado por prácticas desleales.
El
Black Friday, que se celebra esta semana, vuelve a ser el centro de atención de consumidores y comercios por las significativas rebajas que ofrece, pero también por las denuncias de prácticas comerciales desleales, como las conocidas «falsas rebajas». Estas prácticas consisten en aumentar previamente el precio de ciertos productos para luego rebajarlos al importe original, simulando descuentos inexistentes.
El
Ministerio de
Consumo, bajo la dirección de Pablo Bustinduy, ya sancionó en 2023 a dos grandes operadores de comercio electrónico con multas que alcanzaron los 90,000 euros por llevar a cabo estas estrategias engañosas durante el
Black Friday. Además, mantiene abiertos expedientes contra seis operadores más, lo que refleja la magnitud del problema en las ventas online.
Estas prácticas están tipificadas como desleales según el Artículo 47 de la Ley General para la Defensa de Consumidores y Clientes, pudiendo ser consideradas infracciones graves. Las sanciones pueden lograr hasta 100,000 euros, o incluso superar esa cantidad si se calcula entre cuatro y seis veces el beneficio ilícito logrado.