SpaceX es la responsable de la mayor constelación de satélites de telecomunicaciones de la
Tierra. Ahora tiene más de 2,700 dispositivos en órbita y espera elevar el número a más 30,000 en los siguientes años para mejorar la cobertura mundial de acceso a Internet que ofrece a través de
Starlink. Sin embargo, el ambicioso plan de la compañía fundada por
Elon Musk está generando preocupaciones por parte de la NASA y también de la comunidad de astrónomos.
En 2020, cientos de estos últimos llegaron a la conclusión de que grandes constelaciones, como la de
Starlink, "cambiarán fundamentalmente la observación astronómica en la región espectral del infrarrojo cercano (NIR)".
SpaceX reconoció este problema y empezó a probar una serie de soluciones para evitar el reflejo de la luz solar en sus satélites, aunque no resultaron ser del todo eficaces. Ahora, la compañía probará otras alternativas en sus satélites de nueva generación.
SpaceX explica en un archivo que sus nuevas soluciones harán que los satélites de
Starlink sean "invisibles a simple vista cuando se encuentren en su altitud operativa estándar". Incluso cree que parte de estas podrían ser vendidas a otros operadores de satélites para ayudar a mitigar ampliamente el problema. Veamos de qué se tratan estas propuestas y cuándo podrían empezar a ser implementadas en los satélites de la compañía de
Elon Musk.