Si ahora da pereza meterse a ver los más de 1100 capítulos de 'One Piece' desde cero, hace años el panorama (irónicamente) parecía más desolador. Más que nada porque desde hace unos años en
Toei Animation se han arremangando a lo grande y las últimas dos sagas del anime han sido increíblemente explosivas, revolucionando del todo la manera en la que animan.
Incluso antes de la llegada de 'One Piece Fan Letter' y del Gear 5 de Luffy, con su animación sacada completamente de los Looney Tunes, y del impactante episodio 1015 con la secuencia del diario de Oden... 'One Piece' se empezó a poner las pilas para subir la calidad de su animación. Y ahora nos está dejando una serie cuidada, con combates impresionantes y que cada vez se atreve a jugar más con su cinematografía y su narrativa. Y en realidad todo fue gracias a 'Dragon Ball Super: Broly'.
Solo un personaje de 'Dragon Ball' se podía medir con Goku como el favorito de Akira Toriyama, y no es el que creíamos: "Vegeta, de hecho, no me gusta tanto"
La conexión entre los dos animes está en Tatsuya Nagamine, quien fue el principal director de la serie de 'Dragon Ball Super' y dirigió el filme de 2018 (y en su día también nos dejó 'One Piece Film Z', en mi opinión la mejor película de la franquicia de piratas).