La guerra de los aranceles de
Donald Trump contra el mundo tiene un nuevo episodio, uno en el que los más importantes fabricantes de tecnología estadounidenses respiran aliviados...de momento, porque con el presidente republicano nunca se sabe. La administración del presidente de Estados Unidos ha liberado de aranceles recíprocos a dispositivos electrónicos como móviles, ordenadores y otros componentes. Además al gravamen del 125% aplicado a las importaciones de China.
El tira y afloja de aranceles está resultando crítico para las grandes empresas norteamericanas en esta economía global deslocalizada. Apple es el ejemplo más evidente: tras hacerse efectivo el 'antiguo' arancel del 104% de Estados Unidos a China, dejaba de ser la empresa más valiosa. Ante una situación tan crítica, decisiones drásticas: fletar un avión lleno de iPhone desde la India.
Pero Apple es solo la punta del iceberg y la realidad es que hasta esta 'tregua', pintan bastos para otras grandes como
NVIDIA y de forma más genérica, al grueso de la industria, donde el coste final de aquellos productos en cuya fabricación se emplean semiconductores, chips o unidades SSD, soportarían subidas dramáticas.