Cuando vamos al gimnasio para ganar músculo, es frecuente oir dos teorías distintas sobre cómo realizar los ejercicios: las repeticiones
estrictas, controladas y sin impulso, frente a las llamadas "repeticiones trampa", que aprovechan el impulso o balanceo del cuerpo para mover más peso. Recientemente, un estudio científico examinó ambas técnicas, evaluando si alguna es realmente superior para aumentar la
masa muscular. ¿Cuál de las dos formas es la mejor según la ciencia?
La investigación publicada en SportRxiv se centró en analizar los efectos del uso de impulso externo (repeticiones trampa) frente al movimiento estricto durante un programa de entrenamiento con ejercicios de brazo. Durante ocho semanas, treinta personas realizaron ejercicios para bíceps y tríceps, usando un brazo con técnica estricta (movimiento controlado y aislado) y el otro brazo con repeticiones
trampa, donde se permitía el uso de impulso o balanceo del cuerpo.
Sorprendentemente, los resultados del estudio revelaron que ambas técnicas produjeron ganancias musculares similares en bíceps y tríceps, sin diferencias significativas entre ambos tipos de repeticiones. A pesar de que con las repeticiones
trampa se movió aproximadamente el doble de volumen total de entrenamiento (cantidad total de peso levantado), esto no supuso mayores ganancias musculares comparado con la técnica estricta.