En
Escandinavia hay una palabra que no existe en otro idioma: arbejdsglaede, y se  traduce en felicidad en el trabajo. Para lograrlo, según un experto en bienestar hay que seguir la regla de los tres metros.
Aunque parece un unicornio imposible de lograr, para los escandinavos es tan real que
según datos de Eurostat son los trabajadores más felices del mundo. Dos de cada tres trabajadores dicen que tienen alta satisfacción laboral y lo más sorprendente es que el 58% de ellos no dejaría de laborar aunque ya no necesitara el dinero.
Según explica Meik Wiking, considerado el hombre más feliz del mundo y uno de  los investigadores asociados de la
Base de Datos Mundial de la alegría todo empieza por la regla de los tres metros.
Según lo explica Wiking en su libro recientemente publicado "
Hygge work: Cómo encontrar la alegría en el trabajo y en la vida cotidiana", la regla de los tres metros consiste en que nos hagamos responsables de lo que pasa a nuestro alrededor como si hiciéramos un círculo de tres metros de diámetro.
Para entenderlo mejor: si un camarada solicita ayuda y está a tres metros o  menos de nosotros debemos ayudarle, se trata de sentirnos útiles en un espacio limitado, pero no de quedarnos con el trabajo de todo el equipo; sino que en ese pequeño ámbito seamos dueños y jefes.