Los satélites son una parte fundamental de nuestra vida moderna utilizados en tareas tan cotidianas como la navegación y las comunicaciones. Sin embargo, la órbita terrestre se enfrenta a una amenaza creciente: la basura espacial.
Cualquier objeto artificial sin función que permanece en el
espacio, desde restos de cohetes hasta satélites fuera de servicio,
se considera basura espacial y su aumento constante presenta un problema cada vez más grave.
La colisión de esta basura espacial con satélites operativos puede dañarlos o destruirlos, impactando significativamente en las comunicaciones, la navegación y otras tareas que dependen de ellos.
Para enfrentar este reto se están desarrollando regulaciones internacionales con el objetivo de controlar la cantidad de
desechos que se generan en la órbita terrestre. Pero la solución además pasa por la tecnología.
Empresas como
Astroscale están desarrollando tecnologías de limpieza espacial. Su dispositivo
Eliminación Activa de Escombros (ADR)
utiliza un brazo robótico para capturar satélites viejos y arrastrarlos hacia la atmósfera terrestre para su incineración.
Astroscale además
investiga el repostaje de satélites en órbita para prolongar su vida útil y reducir la cantidad de basura espacial. La limpieza del
espacio es crucial para garantizar el futuro de la exploración espacial y la seguridad de los satélites en órbita.