Un documento de la compañía de ciberseguridad
Imperva afirma que prácticamente la mitad del tráfico en internet procede ya de fuentes no humanas, está originado por la tarea de bots de diversos tipos.
Estas cifras sirven para proporcionar aire a la denominada
Dead Internet theory, una teoría conspiranoica nacida en foros de 4chan que afirma que internet consiste fundamentalmente en contenido generado automáticamente y en una actividad incesante de bots en torno al mismo manipulada mediante curación algorítmica, diseñada como una psy-op para manipular a la población.
Además sirve para reflexionar sobre muchas cosas: por ejemplo, ¿dónde está la línea entre el humano y el bot? Yo escribo y corrijo yo mismo mis textos (como puede detectarse por la habitual presencia de typos variados), pero si, por ejemplo, los editase mediante un asistente generativo para dotarlos de mayor corrección gramatical o de estilo, o reducir mis enrevesadas oraciones multi-subordinadas que dejan sin aliento a mis lectores, ¿cualificaría como contenido creado por mí, o por un bot? No lo hago, pero ¿y si lo hiciera?
A medida que la tecnología evoluciona, crear cuentas falsas con una imagen ni siquiera robada sino generada, con una supuesta «personalidad» y con unas opiniones asignadas resulta cada vez más fácil, casi trivial.