He probado de todo, desde cambiar de compañía, cambiar el router de sitio hasta los típicos repetidores
Wi-Fi. La solución final para tener mejor internet en mi
MacBook Pro ha sido más simple de lo que pensaba. Y es que en nuestra casa ya tiene sin que lo sepamos una instalación para llevar internet por cable a cada esquina. Se apoya en la red eléctrica y parece magia.
No hay nada más desesperante que tener una mala conexión a internet. Ver cómo no te carga esa página web, dejas de oir a esa persona en la videollamada del trabajo... Si tu router está en el salón y tu despacho en la otra punta de la casa, sabes exactamente de lo que hablo.
Aquí es donde entran en juego los adaptadores PLC (Power Line Communications). Son unos dispositivos que parecen simples enchufes, pero que hacen algo increíble: convierten el cableado eléctrico de nuestra casa en una red de Internet. Sí, los mismos cables que llevan electricidad a tu lámpara pueden llevar Internet a tu Mac.
La instalación de un PLC puede sonar muy técnica, pero en el fondo se puede reducir a dos o tres pasos.
- Enchufas un adaptador cerca de tu router y lo conectas con un cable Ethernet.
- Enchufas otro adaptador en la habitación donde está tu Mac.
- Conectas tu Mac al segundo adaptador con otro cable Ethernet o a través de la red Wi-Fi como un extensor más.
Y listo.