Cuando, la mayor parte de los analistas pensaron que estaban ante otra de sus habituales boutades: los chatbots toman un largo tiempo de desarrollo y entrenamiento, ¿qué posibilidades podía tener Musk con una compañía recién fundada de tener algo mínimamente capaz de hacer sombra a empresas que llevaban ya años de trabajo?
Sin embargo, la cosa siguió: en marzo de 2024, Musk anunció que se disponía a liberar el código de
Grok, y a ofrecérselo a todos los suscriptores premium de su red X. Y en efecto, lo hizo: los suscriptores premium de X hemos podido utilizarlo sin restricciones desde entonces, pudiendo apreciar no solo cómo funciona â muy razonablemente bien â sino, además, los detalles de, por ejemplo, su «modo divertido», que no es tremendamente gracioso, pero sí tiene sus puntos.
¿Qué llevó a Musk a liberar el código de una herramienta como Grok? Muy sencillo: si estás denunciando a OpenAI, compañía en cuya fundación participaste, por estar pasando de fundación sin ánimo de lucro a compañía estándar destinada a maximizar sus beneficios, resulta moralmente complicado que te estés dedicando a elabora un producto aparentemente similar si no estás dispuesto a demostrar que crees que es lo que se debe hacer.