Steve Jobs nunca tocó un instrumento en público, tampoco escribió canciones memorables ni actuó frente a estadios llenos. Sin embargo, el fundador de Apple recibió un
Grammy que reconoció algo trascendental: su revolucionaria contribución a la música tal como la conocemos hoy. Su innovación no nació en un estudio de grabación, sino en una sala de diseño y desarrollo. Gracias al
iPod y a la
iTunes Music Store, Jobs transformó la forma en la que escuchamos música y cambió las reglas del juego para la industria musical entera.
Ocurrió el 12 de febrero de 2012, meses luego de su fallecimiento. Durante los premios
Grammy de aquel año,
Steve Jobs fue honrado con el Trustees Award, un reconocimiento especial para aquellas personas o empresas que, aunque no estén directamente involucradas en la música, han dejado una huella imborrable en ella. Eddy Cue fue el encargado de recoger el premio en su nombre.
"Steve era un visionario, un mentor y un amigo muy cercano. Para él, la música lo era todo", dijo Eddy durante su discurso de aceptación. En una de las anécdotas compartidas en ese momento, recordó cómo Jobs solía hablar con pasión sobre figuras como Bob Dylan o The Beatles, quienes moldearon su perspectiva del mundo. Ese profundo amor por la música fue lo que lo llevó a querer hacerla más disponible para todos.
El lanzamiento del
iPod en 2001 fue un momento clave.