Hace 45 años que
Jason Bourne nació en una novela de
Robert Ludlum que a continuación dio lugar a toda una franquicia: 17 secuelas literarias (solo 2 de ellas escritas por el propio Ludlum), una serie televisiva y un videojuego avalan su tirón. Pero no solo eso; además, el estilo cinematográfico de
Paul Greengrass ha sido copiado hasta la saciedad en multitud de thrillers de espías que, aunque pretenden trascender, no pueden evitar que pensemos que esto ya lo hemos visto antes mejor hecho.
Es el caso de 'Amateur', que, aunque parte de una buena idea, no puede evitar ser un
Jason Bourne de Hacendado. Para lo bueno y, ay, para lo malo.
'Amateur' empieza planteando secretos y prometiendo una vibrante historia de venganza donde las neuronas pueden más que los músculos, pero, salvo por un par de set pieces más o menos resultonas, nunca termina de demostrar todo su potencial. Y es una pena, todo parecen ponerse en fila para ofrecer un entretenimiento de primer orden, desde el protagonismo de un actor en forma como Rami Malek hasta una puesta en escena que promete ir más allá del agente perfecto que nunca se equivoca y encadena misiones al estilo Ethan Hunt.