La IA, esa revolución tecnológica incipiente tan capaz de ayudarnos a reciclar basura como a generarla. Un reciente estudio elaborado por expertos delata cómo la inteligencia artificial está generando toneladas de residuos electrónicos. Y lo peor de todo es que las estimaciones a futuro son aún peores.
5 millones de toneladas de basura. Esa es la cifra superior en la estimación de los residuos electrónicos que la IA habrá generado para 2030. Y la cifra inferior no es mucho mejor, ya que se cifra en 1,2 millones de toneladas. Según medidores de la ONU, la generación de residuos electrónicos han aumentado cinco veces más rápido que las tareas de reciclaje.
Y es que más allá del mantenimiento de los servidores y los recambios de unidades gráficas, la cifra de basura empieza a medirse desde el mismo momento en que se construyen las naves de servidores. Todo un drama para el medio ambiente.
Más allá de la basura. La IA Además está generando enormes consumos de otros elementos como el agua o la energía. Este primero se debe a que la forma de controlar la temperatura de los servidores se basa en sistemas de refrigeración líquida. Trasladado a un ejemplo práctico, diez consultas a ChatGPT podrían suponer un gasto de un litro de agua.
Y en cuanto a energía la cosa no es mucho mejor. Sólo en 2022, cuando aún la IA generativa estaba empezando a explotar, la IEA estimaba que se estaban usando entre 240 y 340 TWh de energía para centros de datos.