En una fecha estratégica para Samsung, la compañía coreana ha presentado ya sus nuevos buques insignia para la gama alta de telefonía. Ya conocemos los Samsung Galaxy S25, S25+ y S25 Ultra. Hasta hemos visto un cuarto Galaxy S25 que tiene mucho que ver con Apple, aunque no se ha presentado como tal y conviene, de momento, dejarlo momentáneamente aparte. Poca sorpresa nos encontramos en los dispositivos equiparables a los iPhone 16 y 16 Plus. Más allá de suponer una evolución continuista, observamos que entre sí son casi idénticos. De hecho, sus principales diferencias son muy sencillas de ver: - Tamaño: el Galaxy S25+ es 1,15 centímetros más alto que el S25 estándar, así como gana en 0,53 centímetros de ancho y teniendo apenas 0,01 centímetros más de grosor.
- Peso: 28 gramos más pesa el modelo plus del S25 frente al modelo estándar.
- Pantalla: aunque encontramos idénticos paneles en cuanto a tecnología, ambos AMOLED LTPO con 120 Hz, hay diferencia de tamaño. En concreto, 0,5 pulgadas de más que se lleva el modelo plus.
- Almacenamiento: aunque ambos poseen capacidades de 256 o 512 GB, el modelo estándar parte de 128 GB.
- Batería: aparte de tener una batería inferior en capacidad (4,000 mAh vs 4,900 mAh), el Galaxy S25 además posee la carga rápida menos rápida, limitada a 25 W frente a los 45 W del Galaxy S25+. En inalámbrica, ambos limitados a 15 W.
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