Es una de las objeciones más habituales cuando hablas sobre vehículos eléctricos: no podemos pasar a un escenario en el que todos tengamos uno, porque las redes nacionales de producción de electricidad colapsarían cuando los
enchufamos todos a la vez.
Pues bien, otro mito que muere a manos de la ciencia. Esos miedos, convenientemente alimentados por los ignorantes y por la industria petrolera, son completamente falsos. Si todos tuviésemos un vehículo eléctrico y lo enchufásemos todos a la vez⦠no pasaría absolutamente nada.
En realidad, nada nuevo bajo el sol: los responsables del National Grid británico ya se han hartado de decirlo por activa y por pasiva en numerosas ocasiones: sabemos perfectamente que el futuro es el automóvil eléctrico, y estamos completamente preparados para ese escenario.
Las razones para ese nivel de preparación son múltiples: en primer lugar, la demanda de electricidad en los países desarrollados lleva muchos años cayendo, a pesar del crecimiento de la población y del uso cada vez más intenso de dispositivos alimentados a través de electricidad. La razón es el uso cada vez más generalizado de tecnologías que consumen cada vez menos electricidad, los electrodomésticos modernos o los sistemas de calefacción más eficientes.