Hasta los más experimentados en tecnología pueden terminar cayendo en las ciberestafas cuando éstas son lo suficientemente sofisticadas: un reciente intento dirigido contra Zach Latta, fundador del Hack Club (una red global de clubes de programación para adolescentes), ha servido como advertencia a los clientes de un timo que está obligando a Google a tomar medidas para proteger a sus usuarios.