En Mi reno de peluche, la miniserie de Netflix que se ha convertido en un inesperado éxito, se tocan varios temas perturbadores a la vez.

La gran apuesta televisiva de Netflix de la semana pasada era 'Los detectives muertos', un ambicioso intento de ampliar el universo de 'Sandman', una de sus series mejor valoradas por la crítica. Y digo era porque ha acabado convirtiéndose en uno de los mayores fracasos de la plataforma y es una mera cuestión de tiempo que se anuncie su cancelación.

Una de las grandes sensaciones televisivas del año ha sido 'Mi reno de peluche', una miniserie de Netflix que se ha convertido en el último éxito sorpresa de la plataforma. Basada en hechos reales, una de las grandes incógnitas es quién es la mujer real en la que se inspiró Richard Gadd para crear a Martha. Ese misterio permanece en el aire, pero ella sí que se ha quejado duramente de cómo aparece reflejada en la serie de Netflix.

Los filmes de terror no permanentemente van dirigidas a un público algo más selecto. Las hay que están orientadas a llegar al máximo público posible, desembocando muchas veces en un resultado no satisfactorio para aquellos que buscaban un soplo de aire fresco en el género.

Este último caso es el de 'Imaginary', un film producida por Blumhouse y dirigida por Jeff Wadlow que se estrenó el pasado 15 de marzo en los cines españoles.

Seguro que os acordáis de 'Toy Story 3', la que normalmente es considerada la mejor filme de la saga, en la que Woody, Buzz y compañía acaban en una guardería tras conocer a Lotso, un viejo peluche que les hace la vida imposible. Probablemente no salisteis de ver la cinta de Pixar pensando "Eh, ¡ojalá tener a ese monstruo sádico en la estantería de mis hijos!", igual que no tendríais en ella a villanos como Jason Voorhees o Hopper, de 'Bichos'.

Nos guste más o menos, vivimos bajo la dictadura de Rotten Tomatoes y el consabido epíteto de "La serie del año". Es normal, tener la impresión de que cada semana tenemos tres o cuatro "series del año imprescindibles". Sin embargo, la que hoy os mostramos no solo estará seguro en muchas listas de fin de año (en la mía os puedo asegurar que sí), sino que, además, es una de estas maravillosas sorpresas que uno no espera y que acaban enamorándote.

Hay personas para las que, claramente, el simple hecho de ir a un parque de atracciones no es lo suficientemente estimulante. Fue el caso de un turista suizo de 32 años sin identificar que, en el año 2019, tras consumir LSD con su pareja la perdió de vista y se paseó desnudo por el parque hasta desaparecer por completo. Ella, que tampoco estaba en un estado muy lúcido que digamos, no fue capaz de dar con él en todo el día, y para cuando cerró el parque tuvo que avisar a las autoridades.