Hoy en día resulta inconcebible tener que pagar por usar aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram. Sin embargo, hubo un tiempo en que para utilizar WhatsApp era necesario pagar, lo que generó un considerable rechazo entre los clientes. Curiosamente esto era, precisamente, lo que sus creadores buscaban.
WhatsApp nació en 2009, marcando una auténtica revolución.