Tim Cook ha vuelto a demostrar su maestría. No solo llevando a Apple a lo más alto, sino anteponiendo el valor de su empresa por encima de opiniones y razones personales. Muchos hablan de un verdadero arte de la diplomacia corporativa. El CEO de Apple ha realizado una donación personal de un millón de dólares al comité inaugural de Donald Trump. Un movimiento que confirma su estrategia de "participación, no confrontación", y que contrasta radicalmente con el estilo de su predecesor, Steve Jobs.