Hace unos pocos meses se me rompió la parte trasera de mi iPhone. ¡Menudos sudores fríos! Ese momento de darle la vuelta y descubrir que, uf, está roto. Intenté aguantar unos días con él así, poniéndole fundas... pero finalmente terminé en la Apple Store reparándolo. En realidad, tengo bastante "maña", como se suele decir. De hecho, he trabajado en ocasiones en servicio técnico Apple y cada vez es más fácil reparar los dispositivos.