En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) está en constante evolución, el concepto de «IA agentiva» emerge como un cambio sustancial en el funcionamiento de los sistemas inteligentes. A diferencia de las aplicaciones tradicionales de IA, que dependen de comandos específicos o entradas del cliente, la IA agentiva puede realizar tareas de forma autónoma, operando sin la necesidad de dirección por parte del cliente.