Rascacielos horizontales del mar o ciudades que flotan. Da igual cómo nos refiramos a los enormes cruceros que surcan los mares y océanos: son auténticas maravillas de la ingeniería. Lejísimos quedan los tiempos en los que el Titanic era el rey, ya que ahora tenemos exageraciones como el Icon of the Seas (con sus habitaciones a 170,000 euros) o el Wonder of the Seas, pero también buques RORO como el monstruoso MV Tønsberg.