El año 2000 fue un gran momento para los aficionados a las descargas, que empezaban a experimentar el potencial de Internet para acceder a toda clase de contenido digital gracias a conexiones domésticas cada vez más rápidas y a una nueva categoría de software, el 'P2P', que por primera vez permitía compartir documentos directamente entre los clientes. En ese año, tan recordado por los aficionados a la informática, hacía unos meses que se había creado Napster, faltaban aún unos meses para la presentación de BitTorrent... y una compañía llamada MetaMachine acababa de lanzar al mercado un software gratuito llamado eDonkey2000.
El 'eDonkey' no se basaba en ninguna de las redes de compartición de archivos disponibles en ese momento (como FastTrack, usada por el además mítico Kazaa, o su principal alternativa, Gnutella), sino que llegaba con su propia red (llamada, esta vez sí, 'eDonkey', sin el '2000') y con su propio protocolo, el 'ed2k://'.
Aunque, al contrario de como luego sería la red BitTorrent, la
eDonkey era aún semicentralizada (la conexión de cliente a cliente era facilitada por un servidor), contaba con la ventaja de no contar con nada remotamente parecido a un servidor central: existían varios disponibles, y cualquiera interesado en poner en marcha uno podía hacerlo sin excesivas complicaciones.
Como permanentemente ocurre en estos casos, todas capaces de utilizar la misma red
eDonkey que el original.