La
inteligencia artificial (IA) está transformando nuestra forma de interactuar con la tecnología. Desde asistentes de voz hasta cámaras de seguridad, el
procesamiento en el dispositivo se está convirtiendo en una de las innovaciones más importantes del sector. Esta tecnología permite que los cálculos y análisis de datos se realicen directamente en el hardware del dispositivo, sin necesidad de enviar información a la nube.
Empresas como Google, integrando chips especializados en sus dispositivos para mejorar la eficiencia, privacidad y velocidad de respuesta. Pero, ¿qué significa realmente el
procesamiento en el dispositivo y cómo impacta en nuestro día a día?
El
procesamiento en el dispositivo (on-device processing) es la capacidad de realizar tareas computacionales avanzadas sin depender de servidores remotos. Tradicionalmente, muchas funciones avanzadas requerían conexión a la nube: cuando un usuario realizaba una consulta por voz, tomaba un retrato o buscaba información, su dispositivo enviaba los datos a servidores externos, donde se analizaban y devolvían los resultados.
Gracias a los avances en chips de
inteligencia artificial (IA) integrados en los dispositivos, muchas de estas funciones ahora se pueden realizar localmente en tiempo real.
Esto se ha obtenido con la incorporación de procesadores especializados, como:
strong>CPU (Unidad Central de Procesamiento): Se encarga de gestionar las tareas generales del dispositivo.