La ya interminable disputa entre
Elon Musk y
Sam Altman (y OpenAI) ha dado un nuevo giro luego de que un tribunal federal de
California haya denegado la solicitud del empresario (y alto cargo estadounidense) para parar el proceso de conversión de la empresa líder de IA en una entidad con fines de lucro.
Recordemos que
Elon Musk fue uno de los cofundadores de OpenAI en 2015, cuando la organización se creó, originariamente, como un laboratorio de investigación sin fines de lucro con el objetivo de desarrollar IA "para el beneficio de la Humanidad".
Sin embargo, OpenAI comenzó a comercializar sus productos (destacando en ese aspecto la presentación de ChatGPT) y a explorar nuevas estructuras que le permitieran captar inversiones millonarias.
En 2023, varios años después de haber abandonado su cargo en OpenAI, Musk creó su propia empresa de IA, xAI, lo que marcó el inicio de una creciente rivalidad con
Sam Altman, cofundador y actual director ejecutivo de su antigua compañía.
El CEO de OpenAI manipuló durante años a
Elon Musk para sacarle dinero para su ChatGPT, o eso dice Musk: así lo logró
En marzo de 2024, Musk presentó una demanda contra OpenAI, argumentando que la organización había traicionado su misión original al convertirse en una empresa con fines de lucro y priorizar el beneficio económico sobre la democratización de la inteligencia artificial.