Más de 10,000 satélites activos orbitan nuestro planeta. Dos tercios son de la constelación
Starlink de
SpaceX, que tiene un equipo trabajando 24/7 para prevenir colisiones contra otros satélites y grandes pedazos de basura espacial, de los cuales hay al menos 40,000. Es un problema conocido, pero no esperábamos que fuera a empeorar por razones climáticas.
El efecto del cambio climático en la basura espacial. Las emisiones de dióxido de carbono, responsables del calentamiento global por su efecto invernadero, provocan el efecto opuesto en la atmósfera superior, enfriando y encogiendo las capas más altas, lo que hace que la atmósfera en sí se vuelva menos densa. Este fenómeno favorece la acumulación de basura espacial.
SpaceX ha lanzado 8,000 satélites
Starlink en cinco años, pero no son suficientes. Y estamos empezando a entender por qué
¿Cómo? La atmósfera superior actúa como un "limpiador" natural para la basura espacial. Cuando los objetos orbitan cerca de la Tierra, rozan con la atmósfera, por muy ligera que sea, ralentizándose poco a poco hasta caer y quemarse. Pero, lo que significa que la basura espacial permanece en órbita más tiempo.
Las proyecciones dan miedo. Según un estudio publicado en Nature Sustainability, si seguimos generando emisiones de gases de efecto invernadero sin control, la atmósfera se volverá tan delgada que, para 2050, la capacidad de albergar satélites de la órbita baja terrestre se reduciría un 27%.