Estuve de viaje por
Senegal entre 2023 y 2024, un gran país que no conocía y del que hay muy poca información y casi todas mis estancias las hice con
Airbnb, una plataforma de la que soy muy usuaria cuando veo que las propiedades son de gente local que gana un dinero extra ofreciendo una habitación de su casa, porque soy fan de lo que fue la esencia de la plataforma como economía colaborativa (no de la especulación inmobiliaria que vino luego) y para estar en un país como
Senegal me pareció ideal para conocer gente local y su cultura.
Otras de mis estancias en
Senegal las hice gracias a la amabilidad de la gente, que es muy hospitalaria. Como, ese día que llegué a un pueblo que no conocía cuando ya era casi de noche, mis datos móviles no funcionaban y el hotel que vi a pie de carretera se salía de mi presupuesto. Me puse a buscar alternativas, una chica se me acercó curiosa al verme con mi mochila sola, le pregunté si sabía de hoteles baratos y dijo que para una noche, me quedaba con su familia y me acogieron en su casa con mucho cariño sin conocerme.
Decidí viajar y ser nómada digital en
Senegal durante dos meses usando Airbnb: esta ha sido la experiencia
Pero hubo un sitio, una ciudad, que me resultó menos amable y donde, para colmo, tuve una mala experiencia con mi
Airbnb. Se trata de Saint Louis, conocida por ser la primera capital impuesta en toda esta región africana por la colonia francesa.