El desarrollo del kernel de
Linux ha sido, históricamente, un ecosistema en constante cambio, en el que
Linus Torvalds (creador, y líder de su equipo de desarrolladores) ha ido tomando decisiones que han permitido que el sistema operativo fuera progresando hasta su estado actual.
Sin embargo, ahora las cosas parecen haberse 'gripado' un poco en el kernel de
Linux. De todas las cosas que se habían tocado en el mismo, el lenguaje en el que está escrito nunca había estado en la lista.
Pero ahora, la (supuestamente aprobada, aunque nadie lo diría) propuesta de integrar Rust como un segundo lenguaje de desarrollo, no sólo ha generado un profundo debate entre desarrolladores, sino que parece haberlo sembrado de minas.
Desde su propuesta en 2021 por Miguel Ojeda hasta las recientes dimisiones de ingenieros clave, la controversia en torno a Rust ha alcanzado un punto crítico tras la dimisión de Héctor Martín, desarrollador de Asahi
Linux. Ya os hablamos hace un par de días del propio Martín, pero ¿cómo le está afectando todo esto al ecosistema Linux?
Rust es un lenguaje de programación diseñado para evitar errores de memoria y mejorar la seguridad en la concurrencia. Estas cualidades suelen ser altamente valoradas en el desarrollo de sistemas críticos (como lo es el kernel de Linux), donde los errores de memoria pueden generar vulnerabilidades explotables.