El envejecimiento es imparable, pero eso no significa que no podamos regular, hasta cierto punto, su velocidad. Una persona con malos hábitos hará correr el reloj del envejecimiento más rápido, lo que significa que puede cursar enfermedades asociadas como un ataque cerebral, conocido comúnmente como
ictus. Este tipo de alteraciones pueden quedar en un susto o tener consecuencias muy graves, incluso la muerte. ¿Puede determinar nuestro nivel de fuerza la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular?
El accidente cerebrovascular o ataque cerebral se produce al detenerse el flujo sanguíneo a parte del cerebro. Ese suceso puede causar un daño severo al cerebro, discapacidad permanente e incluso la muerte al no recibir el oxígeno necesario las células cerebrales.
Hay factores que destacan por encima de los demás a la hora de elevar drásticamente el ataque cerebral: tabaco, alcohol, mala dieta y falta de tarea física. La fuerza muscular ha demostrado una fuerte asociación con todo tipo de enfermedades como el cáncer, y otras afecciones metabólicas como la diabetes tipo II.
Un estudio reciente de la revista Journal of sport and health science señala la fuerza muscular como uno de los mejores predictores del accidente cerebrovascular.